Esperamos, esperamos siempre, a ser atendidos en el médico,
a tener el turno en la carnicería, el turno en alguna oficina del estado, cola
en el cajero, en el metro...etc
¿Y cómo matamos
el tiempo? Tirando de móvil. Básicamente haciendo 4 usos de él.
Uno es cuando tenemos la suerte de poder chatear con amigos,
es la mejor opción sin duda, en ese momento dejas de estar solo esperando, de repente tienes a algún amigo haciendote compañía y dandote conversación
quizás tan absurda como el
comentar el tiempo en el ascensor, pero con una gran diferencia, quien te dice
si esta soleado o no es tu amigo o quizás un familiar.
El segundo es jugar, existen una serie de juegos, entre
ellos Candy Crush Saga y PenguinWing2, a los que yo particularmente soy adicta,
y que hacen que el tiempo vuele, son juegos hechos para crearte ese ansia de
superación que te hace que quieras jugar una más, una más, una más,...así hasta
que tu móvil empieza a agonizar sin batería o llega tu turno, cosa que hasta te
molesta; te dan ganas de dejar pasar al de detrás tan solo
para jugar UNA MÁS.
El tercero y el cuarto son leer ( o hacer como que se lee) el
correo electrónico y leer el periódico; estas dos opciones son las más comunes
para ese incomodo e interminable viaje en el ascensor con un vecino al que
después de saludar ya no sabes que decir.
Así que bendito móvil, que ha pasado de ser un gadget a ser
como un animal de compañía. Animal que vive y casi siente, porque responde a
nuestra voz, a nuestro tacto...y quien no sufre como el que más cuando la rayita
de la batería se vuelve roja y se va agotando, rezando para que siga vivo hasta
que lleguemos a casa. ¿Y si muere? si muere es como si nos hubieran arrancado
un dedo de la mano.
Larga vida al móvil!
Bendito mobil y bendito whatsapp que nos mantiene en contacto desde tan lejos
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